Lechería/Remates
El Observador – 3 de Mayo 2018
Con el martillo de Di Santi & Romualdo se vendió el 100% con precios superiores a los del mercado y récord en los toros.
Con un muy buen marco de público, el sábado 28 se desarrolló en el local Cardal el tercer remate anual de la cabaña La Muesca – de Darío Jorcín–, en el cual con dispersión total de los Holando y con un trámite sumamente ágil se colocó toda la oferta por encima de los precios de mercado, destacándose particularmente el valor de los toros. El remate estuvo a cargo de Di Santi & Romualdo, cuyos integrantes al igual que los representantes de la cabaña mostraron conformidad con los resultados. En el caso de los toros se logró un valor máximo de US$ 3.100, un mínimo de US$ 1.800 y un precio promedio que se ubicó en los US$ 2.315. En tanto, las piezas de cría tuvieron un máximo de US$ 750, un mínimo de 600 y un valor medio que se ubicó en los US$ 655. El mayor precio que se pagó por las vaquillonas para entorar fue de US$ 825, el mínimo de US$ 780 y se obtuvo un valor promedio de US$ 805. El propietario de La Muesca, Darío Jorcín, dijo a El Observador que los toros lograron hasta ahora el que fue el precio récord en lo que va del año, en comparación con los remates de otras cabañas. Todos los toros ofrecidos tenían índices genómicos, lo que implica una mayor confiabilidad en el animal, remarcó Jorcín. “La oferta era de un muy buen estado y de excelencia en la parte genética. Eso el mercado lo pagó. Se dio una venta muy dinámica, colocándose todo en poco más de dos horas. También tanto los plazos como las condiciones financieras eran muy buenas y ayudaron mucho”, señaló Jorcín. Desde Di Santi & Romualdo –ver nuevas propuestas en el sitio www.holandouruguay.com.uy– se manifestó que “los compradores valoraron la calidad genética de los animales presentados en pista, a la vez que apreciaron la presentación de los mismos y así se terminó por coronar con éxito uno de los más destacados remates de la zafra otoño en el ganado Holando”. El remate fue administrado y financiado por el Banco República, con condiciones ventajosas que estimularon a los inversores. Se comercializaron animales de otras procedencias. Las vaquillonas próximas lograron un máximo de US$ 1.020, un mínimo de US$ 950 y un promedio de US$ 1.000, y por las terneras los precios fueron US$ 400, US$ 340 y US$ 360, respectivamente.